La radio digital terrestre, más allá del principal avance tecnológico desde la llegada de la FM estéreo, está llamada a revolucionar la forma en la que oyentes y emisoras se interrelacionan presentando una interesante combinación de beneficios y oportunidades.Sin embargo, su adopción está siendo mucho más lenta de lo esperado aunque este 2011 puede representar una nueva oportunidad para su despegue definitivo.
Actualmente existen varios sistemas de radiodifusión digital conocidos con repercusión a nivel mundial IBOC (In-band On-channel), DMB (Digital Multimedia Broadcasting, DAB/DAB+/T-DMB) y DRM (Digital Radio Mondiale).
Junto a estos modelos, en los últimos años han surgido soluciones híbridas entre broadcast y banda ancha con el caso de RadioDNS e IMDA como los dos principales ejemplos de este híbrido de tecnologías complementarias. La convergencia digital está, sin duda, replanteando en los últimos tiempos la la distribución sonora, partiendo de un valor añadido para la radio digital sacando el máximo partido a la tecnología actual.
La creciente necesidad de desarrollar un sistema digital de radiodifusión hizo que diversas empresas, con el final del siglo XX, principios del siglo XXI, se lanzaran a la búsqueda de un sistema que pudiera ser útil y rentable, basándose en distintas filosofías de creación. Mientras que Europa iniciaba sus estudios mediante el proyecto Eureka 147, tratando de ganar calidad, Estados Unidos, mediante la empresa Ibiquity, buscaba un sistema muy adaptativo que permitiera un cambio gradual de los receptores, el IBOC.
Mientras que el IBOC se está implantando con relativa facilidad, principalmente en Estados Unidos, en Europa la situación es algo distinta. El sistema DAB se está adoptando de forma más lenta y con evidentes dificultades en algunos países desistiendo en algunos casos de su implantación con una evolución hacia el nuevo DAB+ como alternativa.
La principal ventaja de los estándares bajo DMB es que se basan en un canal múltiple que permite una gran escalabilidad (según la composición del múltiple), un bajo coste por programa. El inconveniente es que presentan una arquitectura más compleja y una alta ineficiencia para un único programa.
En cuanto al DRM, en este caso se trata de una emisión monoprograma por canal, con la ventaja de que cada radiodifusor es independiente (no tiene que compartir un múltiplex). EL DRM ha demostrado una alta utilidad en coberturas locales de un único programa, aunque su escalabilidad resulta limitada.
FUENTE: http://www.panoramaaudiovisual.com/es/2011/01/10/2011-un-ano-clave-para-el-despegue-definitivo-de-la-radio-digital/
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